Una vez más la Dirección General de Educación Normal de la Secretaría de Educación Jalisco, dirigida por el Mtro. Víctor Manuel de la Torre Espinoza en colaboración con nuestra institución Escuela Normal Superior de Jalisco a cargo del Dr. Víctor Manuel Ponce Grima, han establecido un nuevo precedente en el arte de la evaluación invitando a la comunidad educativa en el marco de la FIL a la conferencia denominada: “Los procesos de evaluación en la formación inicial”, dictada por el Dr. Miguel Ángel Santos Guerra, que se llevó a cabo el día 03 de diciembre de 2014, en el auditorio de la ENSJ .
Miguel Ángel Santos Guerra, leonés de nacimiento y malagueño de adopción, es Doctor en Ciencias de la Educación y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga. Es también Diplomado en Psicología y en Cinematografía. Ha sido profesor en todos los niveles del sistema educativos. Fue Director de un centro educativo en Madrid, del Departamento de Didáctica y Organización Escolar y del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga. Es miembro del Consejo Social de la ciudad de Málaga y Consejero de la OCU. Ha escrito numerosos libros (más de 60 como autor único o coordinador) y numerosos artículos sobre organización escolar, evaluación educativa y formación del profesorado. Es autor de más de 50 prólogos de libros. Ha recibido numerosos premios por sus escritos y por sus trabajos de investigación. Escribe, cada sábado, en el periódico La Opinión de Málaga. Es colaborador de numerosas revistas nacionales y extranjeras y dirige varias colecciones educativas.
Bajito, alegre y dicharachero llega a nuestra escuela el Doctor Santos Guerra acompañado de una pléyade de autoridades, quienes le dirigen al auditorio. Una vez ahí saludos, fotos y uno que otro comentario hasta el momento en que la comunidad toma su lugar.
Inicia su charla pidiendo un minuto de silencio por aquellos individuos que al buscar dignidad en su forma de vida encuentran la muerte como los estudiantes de Ayotzinapa.
Agradece la presencia de la audiencia al iniciar con una historia que dice:
Una señora que quería salir de viaje, en la ventanilla se le informa que el tren está retrasado, y que tardará aproximadamente una hora en llegar. Un poco fastidiada, va al puesto de periódicos, compra una revista, pasa por el quiosco, compra un paquete de galletas y un refresco.
Preparada para la espera, se sienta en un banco del andén. Mientras ojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer el periódico. De pronto la señora observa cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano y toma el paquete de galletas lo abre y come una galleta despreocupadamente. La mujer, indignada, no está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que no pasa nada; así que con un gesto de suficiencia toma el paquete y saca una galleta que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente. Por toda respuesta, el joven sonríe y toma otra galleta.
La señora con un resoplido, toma una nueva galleta, y con claras muestras de fastidio la come sosteniendo otra vez la mirada al muchacho. Finalmente, la señora se da cuenta que en el paquete queda solo una galleta “No podrá ser tan cara dura”, piensa y se queda como congelada mirando alternativamente a la galleta y al muchacho.
Con calma el muchacho alarga la mano, toma la última galleta, y con mucha suavidad la corta exactamente a la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
– ¡Gracias! Dice la mujer tomando con rudeza la media galleta.
– De nada, contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El Tren llega. Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho diciendo adiós desde el banco del andén y piensa: ¡Insolente!
Siente la boca reseca de ira. Abre su bolsa para sacar la lata de refresco y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletas…intacto.
La humildad en el trato a los demás es uno de los principales motores de la relación humana, dado que se requiere del deseo por obtener algo para conseguirlo. Uno de los pensamientos más hermosos y entrañables a la vez que real es el que nos dice “El acto de la educación es un acto de amor ya que sin este, llega el aburrimiento, el cansancio o la crueldad”.
En ese momento nos lleva a la realidad el aula donde nos hace saber que la evaluación debe ser vista como un proceso de aprendizaje. Esta evaluación es organizada por Santos como cuatro pilares del proceso:
a. PRINCIPIOS
b. PATOLOGÍA
c. PROPUESTA
d. PROBLEMAS
LOS PRINCIPIOS, indica Santos Guerra, son planteamientos teóricos para la comprensión del complejo proceso de la evaluación de los aprendizajes de los alumnos y retomando su sencilla expresión estos se establecen de la siguiente forma:
1. La evaluación pone sobre el tapete las concepciones principios y actitudes. “Dime como evalúas y te diré qué tipo de profesional eres”.
2. La evaluación más que un fenómeno técnico es un fenómeno ético. Las limitaciones del maestro son los problemas de los alumnos.
3. El lenguaje es como una escalera en la que subimos a la comprensión y a la liberación, pero por la que bajamos a la confusión y a la opresión. “El problema no es no entenderse sino que no nos entendamos”.
4. La evaluación pobre da por resultado un aprendizaje pobre, de acuerdo a la forma en que el conocimiento se presenta.
5. La evaluación tiene muchos componentes, uno de ellos es la comprobación. Pero existe otro no menos importante que es el de la atribución o explicación.
6. La evaluación no se realiza en una esfera o campana de cristal; se debe realizar en un contexto institucional y social concreto. Si no se conocen los contextos, no se pueden conocer los textos.
7. Lo más importante de la evaluación es saber para qué se hace.
8. La evaluación está unida a la enseñanza, esta condiciona el proceso de evaluación. Es difícil establecer una direccionalidad si no se sabe de dónde se parte.
9. Si hablamos de evaluación educativa no es porque se centra en temas de educación sino porque educa a quien la usa.
10. Dedicamos más tiempo a pesar el pollo que a engordarlo (A todo alumno que no quede en el punto de “calidad” indicado por la evaluación se le deshecha, los mejores alumnos no requieren de los maestros, son aquellos que tienen problemáticas quienes necesitan la guía.
LAS PATOLOGÍAS, de acuerdo al conferenciante, son aquellas anomalías que se encuentran al evaluar al alumno y el conocimiento y los resultados pretendidos son negativos.
– Al subir el nivel de desarrollo baja la evaluación.
– Se muestra y se enseña la manipulación; se aprende a engañar (maquillar calificaciones). Esto va en dos sentidos, con los maestros que pretenden que no se les tome como los “reprobadores o malos maestros” ante la institución y con los alumnos que han aprendido a manipular el sistema (si en los primeros bimestres obtengo 30 puntos, ya la hice y no tengo porque presentarme en los dos últimos).
– Trabajar con cualidades y no con problemas o defectos.
Se tienen diferentes tipos de patologías de proceso:
• Individualista
• Jerárquicamente
• Competitivamente
• Cuantitativamente
• Teóricamente
LAS PROPUESTAS, indica Santos Guerra son el camino por el que se puede llegar a la mejora de la práctica y se da por tipos de racionalidad aplicada:
a. RACIONALIDAD TÉCNICA:
– Investigadores (diagnostican, comprenden)
– Políticos (deciden)
– Profesionales (ejecutan aplican)
b. RACIONALIDAD PRÁCTICA
– Profesionales investigadores (diagnostican, comprenden, deciden)
– Políticos (ayudan)
– Investigadores (asesoran)
Las propuestas se establecen de acuerdo a los ámbitos a desarrollar
Cada uno de los elementos de la evaluación se puede comparar a los momentos de la vida. Si ponemos atención a la vida, se requiere honestidad para vivirla y aceptar que existen errores, que pueden ser cambiados en aciertos, que existen vacíos que pueden ser llenados con experiencias y que existen problemáticas que si se desconocen, jamás serán sujetos de cambio.
El individuo debe ser capaz de reconocerse íntegramente y no como aquella manzana que quería ser como las estrellas y brillar, a lo que le indicaron que cada individuo puede tener su propia estrella y brillar. Esto le fue demostrado ya que al partir la manzana se encontró que su centro era una estrella. Con este pensamiento el Doctor Santos Guerra cierra su participación, misma que si fuera menester tenerla por escrito en su totalidad se requerirían cientos de hojas para lograr captar la esencia de este gran académico.
“Enseñar no es solo una forma de ganarse la vida sino también es una forma de ganarse la vida de los otros». Creo que si de verdad sentimos la docencia debemos detenernos a analizarla y reflexionar sobre ella.
Miguel A. Santos Guerra
Guadalajara, Jal.,15 de diciembre de 2014
Realización: Georgina Yahuaca M.